Diputado Berger y Ley de Fármacos: “al Gobierno le ha faltado decisión para defender a los pacientes”

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bergerCapacidad de decisión y prolijidad es lo que ha faltado al gobierno para velar por los pacientes y no por el interés de las grandes cadenas, advirtió el diputado RN Bernardo Berger en relación a las dilaciones que ha tenido el reglamento definitivo para aplicación de la Ley de Fármacos.

El cuerpo normativo fue promulgado por el presidente Sebastián Piñera el 16 de enero del 2014, y a casi un año de su firma, aún el gobierno “no es capaz de llegar con una propuesta final, e incluso posterga medidas que eran ejes de la ley, como el fraccionamiento o la obligatoriedad de Bioequivalencia, dos de las acciones de mayor alivio para el bolsillo de las familias”.

“Este gobierno ha obrado en favor de los intereses de las grandes cadenas farmacéuticas y grandes laboratorios, y en perjuicio de las personas. Me parece que ceder a presiones para incumplir la ley es una pésima señal de la autoridad que termina perjudicando a millones de chilenos cuya canasta familiar la compone en un alto porcentaje el gasto en medicamentos”, criticó.

De hecho, en Chile mientras el mercado farmacéutico ha tenido una expansión anual de entre 7,5 a 8% entre los años 2008 y 2012, el 55% del gasto mensual en salud de las familias se destina a la compra de medicamentos, uno de los más altos de entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

Este porcentaje de gasto se acrecienta a mayor edad. Cada persona consume dos medicamentos diarios, en tanto que esta cantidad aumenta a 4 diarios a partir de los 65 años.

El fraccionamiento aprobado en la Ley de Fármacos que impulsó Piñera, permite que el paciente compre la dosis exacta para el tratamiento prescrito por el médico, de forma tal de no pagar demás por dosis que no se usarán. Es una práctica común en los países desarrollados, entre ellos EEUU.

“Sin embargo, el gobierno resuelve postergar el fraccionamiento en cinco años, lo que significa, en palabras simples, que por otros cinco años USTED pagará demás por  remedios que no usará, mientras que las farmacias ganan extra por lo que usted paga y no usa”, explicó Berger.

El argumento para postergar el fraccionamiento era que las farmacias pequeñas e independientes no tendrán la capacidad para asumir los mayores costos. No obstante, añadió el parlamentario, las farmacias independientes y pequeñas son el 5% del mercado nacional, en tanto que el otro 95% son las cadenas, por lo que “bastaba haber dejado fuera de la obligación a las pequeñas (5%) y haberlo hecho obligatorio para el 95% restante”.

En cuanto a la Bioequivalencia, que es la posibilidad de acceder a medicamentos de igual calidad y eficacia terapéutica que el innovador u original, pero a mucho menor precio, Berger criticó que se postergue su obligatoriedad una vez más, ahora para el 2016.

“Está demostrado que el producto bioequivalente puede llegar a ser hasta un 70% más barato que el original. Entonces, es fácil entender el impacto que tiene su existencia en el bolsillo familiar, toda vez que tiene la misma calidad y eficacia certificada que el de marca”, señaló.

“Esto es aún más importante si pensamos que los mayores avances en bioequivalencia que hizo el Gobierno de Sebastián Piñera, se centraron en promover la certificación de aquellos fármacos de mayor consumo entre la población Chilena”, agregó Berger, y señaló que en Chile el 22,7% de la población consume analgésicos, 13,3% antihipertensivos y 8,3% antiinflamatorios y antirreumáticos).

 

 

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